Eran las 10.30 de la mañana del domingo 18 de Diciembre. La parroquia parecía estar en su quietud habitual pero no era así. Dentro de los salones parroquiales había luz, pasos y muchas risas. El grupo de catequistas, junto con los padres de familia de los niños que se preparan para su Primera Comunión, habían estado atareados durante días para trasformar el pequeño centro parroquial en la pequeña cuidad de Belén.
¡Qué mejor preparación para el Nacimiento del Niño Dios que convertirse en figuritas de un Belén!
Terminó la misa con los Niños y se abrieron las puertas de par en par y todos pudimos introducirnos en lo que hace más de 2.000 años podría haber ocurrido. Pasamos por el Censo Romano (increíble porque nos censamos más de 300 personas), buscamos posada, se nos apareció un ángel que nos anunció que el Salvador había nacido en nuestro "centro parroquial" , tuvimos que pasar un río ¡Con lavanderas y pescadores! y el mercado de telas vasijas de barro etc...
Al final dimos con el portal de Belén que estaba en lo alto del escenario. No nos lo creímos mucho hasta que aparecieron los Reyes Magos con sus pajes, que seguían una estrella muy rara. Entonces ¡Sí, ha nacido el Salvador! y todos acabamos cantando un villancico. Pero quiero acabar comentando, que era verdad porque ¡Hasta el Niño Jesús no era un muñeco! . Bueno es mejor que lo veáis vosotros mismos, un abrazo, mis oraciones y bendición: Vuestro párroco.
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